Posteado por: quiteriogb | 23 enero, 2012

Amor constante más allá de la muerte

Amor constante más allá de la muerte (ca. 1620)

Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra,1 que me llevare2 el blanco día;3

y podrá desatar esta alma mía

hora,4 a su afán ansioso lisonjera:5

Mas no de esotra6 parte en la ribera

dejará la memoria, en donde ardía;7

nadar sabe mi llama8 la agua fría,

y perder el respeto a ley severa.9

Alma, a quien todo un dios prisión10 ha sido,

venas, que humor11 a tanto fuego han dado,

Médulas12, que han gloriosamente ardido;

1  La muerte.

2  Separe.

3  La vida. El poeta prevé el momento en que la sombra última de la muerte le cerrará los ojos y  le arrebatará la luz de este mundo.

4  La hora de la muerte.

5  Es decir, y la hora agradable de la muerte podrá soltar mi alma, que está ansiosa por   liberarse (de la cárcel del cuerpo) para acceder así a la vida eterna.

6  Esa otra.

7  Las almas de los muertos, ayudadas por el barquero Caronte, realizaban un viaje en el que   olvidaban todo lo ocurrido. El alma, al cruzar el río Leteo, no llevará el recuerdo del amor con   que ardía mientras había permanecido unida al cuerpo.

8  Amor.

9  Ley que obligaba a olvidar al atravesar el Leteo.

10 Eros, dios del amor.

11 Sangre.

12 Tuétano. Sustancia interior de los huesos.

Francisco de Quevedo y Villegas

Nace en Madrid, 1580 y muere en Villanueva de los Infantes, España, 1645. Escritor español. Estudió en el colegio imperial de los jesuitas, y, posteriormente, en las Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid, ciudad ésta donde adquirió su fama de gran poeta y se hizo famosa su rivalidad con Góngora. Siguiendo a la corte, en 1606 se instaló en Madrid, donde continuó los estudios de teología e inició su relación con el duque de Osuna, a quien Francisco de Quevedo dedicó sus traducciones de Anacreonte,

Acusado, parece que falsamente, de haber participado en la conjuración de Venecia, sufrió una circunstancial caída en desgracia, a la par, y como consecuencia, de la caída del duque de Osuna (1620); detenido fue condenado a la pena de destierro en su posesión de Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Con don Francisco de Quevedo y Villegas da comienzo una nueva tendencia literaria: el Conceptismo, como una forma opuesta al Culteranismo, cuyo representante más connotado en la España de principios del siglo XVII, fue don Luis de Góngora y Argote

La reacción  ante la primera lectura de la poesía Amor  constante más allá de la muerte es que ésta trata sobre un amor imposible. Y que por mucho que sea el alejamiento siempre habrá amor, ni la muerte podrá hacer que desaparezca ese sentimiento.

A través de este poema, el poeta (por medio de la voz poética o hablante   lírico), expresa la preeminencia del amor más allá del umbral de la muerte. El hablante lírico le dice a su amada a través de esta composición que no existe cosa material, ni metafísica que pueda ser obstáculo al sentimiento pasional del amor que subyace en su interior.

El poema se interpreta de una manera clara y fácil, se percibe el sentimiento de lo que es el amor verdadero.

Arquitectura-  La poesía tiene 4 estrofas y 14 versos. Están distribuidas en ABBAABBACDCDCD

Rima-  Su rima es consonante

Tono- Su tono es serio ya que demuestra la profundidad del sentimiento amoroso que expresa el hablante lírico hacia su amada.

Ritmo- Su ritmo es ABBA, ABBA, CDC, DCD

Estilo (Peculiaridades del vocabulario)- Utiliza la regla gramatical de las palabras agudas, que se le añade uno a la sílaba métrica.

– Recursos Gramaticales-En la poesía el autor abunda muchos sustantivo.

– Recursos Literarios-  El autor hace uso de personificación y metáfora (la postrera sombra que me llevare). Hipérbaton (Cerrar podrá mis ojos postrera sombra que me llevare el blanco día). Epíteto (blanco día y agua fría) Antítesis (su cuerpo dejará, no su cuidado)

Considero, ante esta poesía Amor constante más allá de la muerte del autor Francisco de Quevedo y Villegas, que es una poesía muy interesante y capaz de despertar en el lector un sentimiento jamás expresado. Demuestra la realidad de lo que verdaderamente es el amor, ese sentimiento que nace, crece, se desarrolla  y hasta puede perdurar después de la muerte. Expresa que el ser humano es capaz de evadir  fronteras tan evidentes y esenciales como lo es la muerte por tan solo el hecho de amar a una persona con todo el sentimiento posible que pueda existir dentro del alma humana. Es una poesía bonita que llega directamente a la mente y al corazón del lector, haciendo ver que el verdadero amor perdura más allá de la muerte.


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